Resumen de la conferencia magistral “Patrón de consumo de alimentos de las familias vinculadas al circuito agroalimentario de la papa en cinco municipios de la región andina del departamento de Nariño” que Sara del Castillo, investigadora de la Universidad Nacional de Colombia, presentó en el presentó en el XXVI Congreso bienal de la Asociación Latinoamericana de la Papa (ALAP), celebrado recientemente en Bogotá.
Problemática
La población total del Departamento de Nariño, Colombia, es más de 1,5 millones con el 54% viviendo en zonas rurales [1] y su población indígena es de aproximadamente 155.000 personas en su mayoría asentados en 67 resguardos indígenas autónomos.
Las comunidades rurales de Nariño se caracterizan por varios factores que ilustran su inseguridad alimentaria. En seis municipios seleccionados para este proyecto, el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas van desde 46,1% a 70,9% [1].
Las comunidades rurales de Nariño tienen el segundo porcentaje más alto de desnutrición en Colombia y 67,7% de los hogares sufren de inseguridad alimentaria en comparación con un promedio nacional de 42,7%.
La mayoría de estos hogares con inseguridad alimentaria son familias pobres donde las madres tienen un nivel bajo de educación y el 21,5% de la población menor de cinco años, sufre algún tipo de desnutrición [2].
Existe una alta prevalencia de anemia por deficiencia de hierro en la infancia. Se estima que uno de cada dos niños menores de 2 años tiene anemia y la deficiencia de hierro en mujeres embarazadas es del 44,7%. Al no existir estudios relacionados con los patrones de consumo alimentario de poblaciones rurales indígenas pertenecientes al circuito agroalimentario de la papa en Nariño Colombia, se hace necesario realizar un estudio que permita determinarlo en esta población, para que sirva de base en la planeación y ejecución de políticas púbicas de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional a nivel territorial.
Materiales y métodos
La evaluación dietética se realizó a través de la metodología conocida como recordatorio de 24 horas (R24h) que es el recuento de las comidas y bebidas ingeridas durante las 24 horas anteriores a la encuesta.
Este se llevó a cabo a segmentos de población de 2 a 5 años, 5 a 12 años y 18 a 64 años y permite determinar el consumo promedio de calorías y nutrientes e identificar en los grupos estudiados el tipo de nutrientes cuyo consumo está por debajo del requerimiento promedio estimado, utilizando parámetros internacionales adaptados por Colombia.
Para la aplicación del R24h, se realizaron varias acciones antes, durante y después del operativo de campo y en la etapa de análisis.
Se realizó un riguroso entrenamiento y estandarización de los encuestadores. Para esto se contó con la asesoría de nutricionistas, con experiencia en la aplicación de esta metodología y formación en epidemiología.
Como apoyo al proceso de estandarización se elaboró un manual de aplicación, el cual fue adaptado de la metodología proPAN [3], así como el listado de alimentos y códigos a utilizar, los cuales incluyen alimentos de la base de datos proPAN y de la Tabla de Composición de Alimentos Colombiana. ICBF 2005.
Se emplearon módulos de alimentos neutros y fotos, con el fin ayudar a las personas entrevistadas a definir mejor las cantidades consumidas, estos módulos y fotos que representan las diferentes porciones y medidas de alimentos, fueron estandarizados con el fin de poder calcular posteriormente los nutrientes ingeridos por las personas encuestadas y hacer su respectivo análisis. La muestra final estuvo compuesta por 871 hogares de las zonas rurales de los 5 municipios.
Resultados
En las familias vinculadas al circuito agroalimentario encuestadas, el 89% realiza más de tres eventos de consumo de alimentos al día, a pesar de los altos niveles de pobreza, que en la evaluación de la inseguridad alimentaria alcanza para varios de los municipios incluidos en el estudio el 90%.
El consumo de alimentos en estas familias es bastante limitado, siendo la papa “guata” o blanca la que consumen en un 99,5% y la papa criolla en más del 80%, lo cual hace que su participación sea importante en las calorías totales de la dieta.
En tanto que las carnes, huevos y lácteos si bien alcanzan en conjunto el 80% las veces a la semana que lo consumen es de apenas 2 o 3 días, en tanto que la papa la consumen todos los días.
Los diferentes grupos de edad son altos los porcentajes de población cuyos consumos de energía están por debajo de la recomendación (EAR).
La mayor deficiencia en la ingesta de energía la presentan los adultos, que en municipios como Guachucal alcanzan el 100% de los encuestados, siendo los menos afectados los niños y niñas menores de 5 años en todos los municipios, pero con cifras muy altas que van de mas del 55% a más de 70% de niños y niñas cuya ingesta de calorías por debajo del EAR.
En cuanto al porcentaje de población que consume proteína por debajo del requerimiento estimado, es mayor la proporción de niños y niñas entre 5 y 12 años que para los niños y niñas más pequeños; en municipios como Cuaspud y Guachucal superan el 40% de la población.
Este aspecto tiene que ver con la calidad de la dieta y por ello preocupa que a medida que crecen los niños y niñas la oferta de proteína de su dieta está más afectada en particular la que corresponde a los eventos de consumo en el hogar.
De igual manera, para la ingesta de hierro, como uno de los micro nutrientes más importantes en la nutrición de la población, la alta proporción de población en todos los municipios analizados presenta ingestas de hierro por debajo del requerimiento, siendo la población mas afectada los adultos con proporciones que superan el 40% en todos los municipios excepto Cumbal, anotando que la población de niños y niñas entre 5 y 12 años también registra altos porcentajes de población que tiene una ingesta por debajo del requerimiento en especial en los municipios de Guachucal y Cuaspud con mas del 37% de la población afectada.
Conclusiones
El consumo de alimentos por parte de las familias encuestadas muestra situaciones preocupantes respecto a la calidad de la dieta para los diferentes integrantes del hogar. Si bien la proporción mayor población con todos los nutrientes por debajo de los requerimientos es la población adulta en todos los municipios evaluados, los porcentajes de niños y niñas menores de 12 años afectados también es alta y compromete la situación de salud y nutrición de toda la población integrante de los hogares vinculados al circuito agroalimentario de la papa.
Referencias bibliográficas
[1] Departamento Nacional de Estadísticas. Proyecciones Censo 2005, Bogotá Colombia.
[2] ICBF, Ministerio de la Protección Social. ENSIN 2005 y ENSIN 2010. Bogotá, Colombia.
[3] OPS – OMS. 2013. Metodología ProPAN 2.0 también incluye un software libre EpiInfo TM para ingresar datos y analizarlos
Del Castillo, Sara1
1 Universidad Nacional de Colombia. Coordinación del Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional –OBSAN-UN. Profesora Asociada Departamento de Nutrición Humana Líder del Componente de Nutrición del Proyecto SAN Nariño.
E-mail: sedelcastillom@unal.edu.co
Foto: Bernardo Andrade Tapia
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