Los pequeños agricultores de países en desarrollo usan como semilla de papa los tubérculos cosechados en su finca o aquellos conseguidos de vecinos o en mercados locales. Pero es un material que suele tener plagas y enfermedades, que se acumulan de un ciclo a otro y que llegan a disminuir los rendimientos. El proceso se conoce como degeneración de la semilla. Un reciente estudio recomienda la combinación de tres tácticas para atenuar el problema: (1) variedades resistentes a las plagas y enfermedades que causan la degeneración, (2) técnicas realizadas por el agricultor en su finca para manejar la semilla y (3) uso ocasional de semilla sana producida fuera de la finca. Esta nota analiza el problema de la degeneración, detalla la estrategia propuesta y describe cinco técnicas sencillas para mejorar la calidad de la semilla y aumentar la producción de papa.